El primer tubo de muestras sobre la superficie de Marte visto por la cámara Watson del rover. La imagen sirve no sólo para ver que en efecto el tubo está sobre el suelo de Marte sino también para comprobar que no ha quedado por donde está previsto que ruede el vehículo para ir al próximo punto de depósito – NASA/JPL-Caltech/MSSS
Llega con un par de meses de retraso sobre las previsiones iniciales, pero el rover Perseverance de la NASA acaba de depositar su primer tubo de muestras sobre el suelo de Marte. A lo largo de las próximas semanas irá haciendo lo mismo con otros nueve tubos más.
Fabricados principalmente en titanio, cada tubo de muestras pesa algo menos de 57 gramos y mide algo menos de 15 centímetros de largo. Un revestimiento exterior blanco evita que el calentamiento por el Sol pueda alterar la composición química de las muestras una vez que el rover los deposite en la superficie de Marte. Hasta ahora contienen muestras de rocas y regolito e incluso de la atmósfera de nuestro vecino.
Uno de los objetivos principales de la misión, más allá de los análisis que hace in situ, es que esas muestras algún día puedan ser traídas a la Tierra para analizarlas de un modo que es imposible con los instrumentos que Perseverance lleva a bordo.
Para ello está en desarrollo una ambiciosa misión que nos las traerá mediante un aterrizador que recogerá tubos de muestras que le entregue el rover y las meterá en un cohete que pondrá en órbita alrededor de Marte el contenedor con los tubos de muestras; y mediante una nave de retorno de muestras que recogerá el contenedor en órbita y lo traerá a casa.
Pero por si le pasa algo a Perseverance antes de que llegue a Marte el aterrizador de recogida de muestras, o por si por algún motivo no se pueden transferir las muestras directamente del rover al aterrizador, hay un plan B: usar unos pequeños helicópteros similares a Ingenuity que puedan recoger los tubos de muestras que previamente Perseverance haya dejado en el suelo. Y es que hasta ahora, ha estado tomando muestras por duplicado precisamente para eso: una de cada par se quedará en su interior y la otra la dejará en el suelo. Los helicópteros llevan ruedas en sus patas. Así, pueden aterrizar cerca de un tubo de muestras, rodar para colocarse sobre él para agarrarlo con unas pinzas, y luego llevarlo al Aterrizador de Recogida de Muestras.
Pero para ello necesitan espacio para aterrizar y rodar por el suelo si es necesario. Por eso Perseverance va a dejar los tubos separados entre sí para asegurarse de que el helicóptero que vaya a recoger cada uno pueda hacerlo sin alterar el resto y poder maniobrar alrededor de posibles obstrucciones debidas a rocas u ondulaciones ocasionales. Así, cada tubo tendrá una zona de operaciones de al menos 5,5 metros de diámetro. Para ello, los tubos se depositarán en la superficie siguiendo un patrón en zigzag, con cada muestra separada entre sí de 5 a 15 metros.
Este mapa muestra la disposición de los lugares donde Perseverance dejará caer los 10 tubos muestras. Los círculos naranjas representan las zonas de aterrizaje de los helicópteros; los puntos amarillos indican la ubicación exacta de cada tubo; las líneas azules indican el recorrido del rover de un punto de depósito a otro – NASA/JPL-Caltech
Según las previsiones actuales el Orbitador de Retorno a la Tierra será lanzado en el otoño de 2027; el Rover de recogida de muestras en el verano de 2028; y las muestras deberían llegar a la Tierra en 2033.
La misión está en Twitter como @NASAPersevere.
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