Por @Alvy — 21 de noviembre de 2012
Este peculiar fondo marino con submarinos esconde tras el simpático decorado de color un PET (tomógrafo por emisión de positrones) de los usados habitualmente en medicina nuclear. Así los niños no se asustan al entrar dentro de un gran aparato gris, misterioso y atemorizante que es su formato habitual. Más barato, efectivo e indoloro, seguramente imposible.
Toda una solución de baja tecnología para «mejorar» la alta tecnología que hay en su interior.
(Vía Update or Die.)