Por @Wicho — 21 de marzo de 2013

Anomalías del CMB vistas por el Planck
La radiación de fondo de microondas vista por el Planck, con las anomalías detectadas por este resaltadas - ESA and the Planck Collaboration. Clic para ver en grande

Durante sus primeros cientos de miles de años de existencia el universo no era más que una sopa informe de protones, electrones y fotones a unos 2.700 grados centígrados, y esto hubiera seguido siendo así de no haberse formado lo que los científicos llaman anisotropías en ella.

Estas anisotropías, que se formaron inmediatamente tras el Big Bang para luego crecer según se expandía el universo, son, para entendernos, como grumos alrededor de los que se fueron concentrando partículas que con el tiempo dieron lugar a estrellas galaxias, y a nosotros mismos.

Su huella sigue presente, al cabo de más de 13.000 millones de años, en la radiación de fondo de microondas, por lo que su estudio es de especial interés para conocer más acerca del origen de nuestro universo.

Para ello se han lanzado distintos observatorios como el COBE o el WMAP, que hasta había producido la imagen más detallada del universo primigenio de la que disponíamos hasta hoy.

Pero gracias al análisis de los datos del observatorio espacial Planck de la ESA esta imagen es ya la segunda mejor, quedando este lugar ocupado por la producido por el Planck presentada hoy: Planck desvela un Universo casi perfecto.

Comparativa
Comparativa de las imágenes obtenidas por COBE, WMAP y Planck

La imagen recoge datos de los primeros 15 meses de la misión, y se corresponde con un universo con una edad de 380.000 años.

Esos datos obligarán a volver a darle una vuelta a nuestras teorías actuales sobre la evolución del universo tras el Big Bagng, ya que revelan algunos hechos que van en contra de lo predicho por estas teorías.

Se trata de fluctuaciones en la temperatura de la radiación de fondo de microondas más débiles de lo previstas, una diferencia marcada entre la temperatura de esta entre los hemisferios norte y sur del universo, y una zona fría en el hemisferio sur que no se sabe muy bien qué pinta allí.

Así que aunque en general los datos encajan bastante bien con un modelo simplificado del universo, a los científicos les toca ahora refinar las teorías que manejan para acomodarse a los datos.

Y así, por cierto, es como avanza la ciencia: observaciones que permiten formular teorías que hacen predicciones falsables que mediante nuevas observaciones se van refinando.

Los datos del Planck también revelan que el universo es unos 100 millones de años más viejo de lo que pensábamos y que se expande un poco más despacio de lo calculado hasta ahora, a unos 67,15 kilómetros por segundo por megaparsec más o menos 1,2 km/seg/mpc.

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