Por @Wicho — 21 de noviembre de 2010

Mechanical Calculating Device por sicsnewton
Mechanical Calculating Device por sicsnewton

El artilugio que se puede ver sobre estas líneas es uno de las aproximadamente 5.000 calculadoras mecánicas bautizadas como The Millionaire que se vendieron entre 1893 y 1935.

La característica más importante de este dispositivo es que a diferencia de otras calculadoras mecánicas anteriores, fue la primera en salir al mercado que era capaz de realizar multiplicaciones directamente en lugar de hacerlas como una sucesión de sumas, con lo que bastaba con un giro de la manivela que se ve a la derecha para realizar la operación.

Este ejemplar en concreto, además, tiene una cierta importancia histórica porque fue el que varias computadoras -esto es, mujeres que realizaban cálculos- utilizaron en el Obervatorio Lowell para realizar los cálculos que llevaron al descubrimiento de Plutón en 1930.

Plutón resultó ser el planeta más pequeño del sistema solar, pues de hecho es más pequeño que la Luna, aunque esto no parecía preocuparle a casi nadie, salvo a los astrónomos, que no tenían claro del todo lo de considerar un planeta a Plutón.

Pero el descubrimiento de Eris el 5 de enero de 2005 vino a liarlo todo.

Eris, que está más lejos del Sol que Plutón, parecía, según las primeras mediciones ser más grande que este, con lo que o bien se le consideraba el décimo planeta del sistema solar, o había que plantearse qué hacer con Plutón.

Así que tras años de debate, en agosto de 2006 la XXVI Asamblea General de la Asociación Astronómica Internacional decidía cambiar la definición de planeta, e incluir a Plutón y Eris en la nueva categoría de planetas enanos, que más tarde bautizó como plutoides.

De todos modos, como Eris está muy lejos, había -y hay- cierta incertidumbre sobre su tamaño, por lo que los astrónomos estaban pendientes de cualquier oportunidad de afinar más sus estimaciones sobre su tamaño.

Esta oportunidad de presentó hace unos días con el paso de Eris por delante de una estrella, lo que a todos los efectos es igual a un eclipse de Sol, aunque, obviamente, imperceptible a simple vista.

Pero para eso tenemos los telescopios, con lo que por iniciativa del astrónomo Bruno Sicardy distintos telescopios a lo largo y ancho de la Tierra estuvieron pendientes de observar ese paso de Eris para medir el tiempo que duró la ocultación de la estrella y así poder calcular el tamaño de Eris.

Los resultados no son excesivamente precisos porque en esta ocasión los telescopios que han participado no son precisamente de los más grandes, pero aun así, resulta que ya no está tan claro que Eris sea mayor que Plutón, al menos no por una diferencia apreciable, según se puede leer en The shadowy hand of Eris.

De hecho, por lo que sabemos Plutón tiene un radio de 2.300 kilómetros, y aunque las primeras mediciones de Eris sugerían un radio de unos 3.000 kilómetros, con una incertidumbre de unos 400 kilómetros, esta ocultación ha permitido afinar los resultados, que ahora indican que el radio de Eris rondaría los 2.480 kilómetros, aunque el propio Sicardy dice que el radio de Eris sería como mucho de 2.320 kilómetros.

Estas mediciones, por supuesto, aún tienen un cierto grado de incertidumbre, y la idea es aprovechar futuras ocultaciones para afinarlas aún más, aunque en todo caso con toda probabilidad esto no hará que Plutón recupere la categoría de planeta.

Pero sí han servido para comprobar que aunque tengan un tamaño muy similar, Eris parece ser mucho más denso que Plutón, lo que se ha calculado gracias a las órbitas de sus respectivas lunas, lo que podría obligar a los científicos a repensar sus teorías acerca de la formación de los objetos de nuestro sistema sola.

Todo puede parecer un tanto esotérico, y quizá de poca importancia para nuestra vida cotidiana, pero a mi me parece un magnífico ejemplo de cómo funciona esto del método científico, que una y otra vez nos permite echarle un vistazo al mundo, enfrentarlo con nuestras teorías, hacer las pertinentes observaciones, ver si las teorías en cuestión funcionan o no, y ajustarlas convenientemente.

(Vi la foto del Millionaire en Boing Boing, que me recordó el correo que Alfonso nos había enviado sobre este tema.)

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