Por @Wicho — 11 de octubre de 2010

El pasado mes de febrero la administración Obama anunciaba una serie de nuevos objetivos para la NASA, aunque dado que estos cambios no contaban con el apoyo de todos los miembros del partido demócrata, lo que le impidió utilizar la mayoría de la que dispone en las dos cámaras del Congreso, ha tenido que pactar esta reforma.

La semana pasada, tras varios meses de negociaciones, el Congreso por fin alcanzaba un acuerdo que ha sido ratificado hoy por el presidente Obama al estampar su firma en el texto en cuestión.

Con esto, la NASA:

  • Recibe el mandato de mantener la Estación Espacial Internacional en servicio hasta 2020.
  • Se confirma que lanzará una misión extra de la flota de transbordadores espaciales, la STS-135, con fecha de lanzamiento no anterior al 28 de junio de 2011, que sí será la última de estas naves.
  • Recibe el encargo de desarrollar un cohete que sirva para la exploración del espacio profundo, más allá de la órbita terrestre, como por ejemplo hacia algún asteroide que pase cerca de la Tierra y eventualmente hacia Marte. Para ello se utilizará componentes desarrollados para el proyecto Constelación, que queda efectivamente cancelado y dispondrá de 11.500 millones de dólares en los próximos seis años con el objetivo de tenerlo listo como muy tarde el 31 de diciembre de 2016.
  • Dedicará 1.300 millones de dólares en los próximos tres años a apoyar el desarrollo de servicios comerciales que puedan poner astronautas en órbita.
  • Recibe 19.000 millones de dólares para 2011, lo que le permitirá ampliar su actividades, incluyendo las misiones de observación de la Tierra, algunas de las cuales terminarán su vida útil antes de tener sustituto.

El problema de todo esto, que sobre el papel está razonablemente bien, es que depende de la voluntad política de la Casa Blanca. Así, si Barack Obama consigue ser reelegido no debería haber problema, pues en realidad estos planes no van más allá de 2016, año hasta que llegaría un segundo mandato suyo; de lo contrario, es casi seguro que una administración republicana volvería a cambiar los objetivos de la agencia.

También está el asunto de que el Congreso tiene que aprobar los presupuestos de la agencia que soporten esto, pero no se prevé que esto sea un problema al haber sido pactado.

(Vía BBC).

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