El sarampión había sido declarado eliminado en los Estados Unidos en el año 2000, pero en los últimos años la enfermedad ha vuelto a repuntar en el país gracias al movimiento antivacunas y a personas que vienen infectadas de fuera del país.
De hecho en 2014 se alcanzó un récord de casos desde 1994, y es muy probable que 2015 lo supere gracias a un brote localizado en los parques Disneyland y Disney California Adventure Park en California.
Estos días se ha sabido que una mujer del estado de Washington ha fallecido a causa de una neumonía derivada de un sarampión que cogió en el centro médico en el que estaba internada, aunque es cierto que presentaba otros problemas de salud que hacían que su sistema inmune estuviera debilitado.
En España hace unos días moría un niño de seis años por difteria por no haber sido vacunado en su momento.
Así que toca decirlo de nuevo: las vacunas funcionan y salvan vidas, y salvo casos muy específicos, y siempre bajo consejo médico, no hay ningún motivo que recomiende no vacunar a los niños.
Un par de lecturas adicionales sobre el tema:
- Carlos González, pediatra, en Next: «No hay un debate sobre las vacunas, de la misma manera que no lo hay sobre si pegar a las mujeres».
- José Antonio Bastos, presidente de Médicos Sin Fronteras en España, en El Diario Vasco: «El debate sobre las vacunas es de sociedades acomodadas que no han visto morir a niños de sarampión».