Después de la alegría que dio Mike Griffin, el recién estrenado director de la NASA, a la comunidad científica internacional al anunciar que había dado órdenes de preparar la misión de mantenimiento al Hubble que su predecesor había cancelado para estupor de todo el mundo, ahora se descuelga con una carta al congreso en la que avisa de que a su agencia le faltan unos 2.000 millones de dólares para pode afrontar todos sus proyectos: NASA Budget Crisis Threatens Space Telescopes.
Esto podría producir la reducción, retraso o incluso la cancelación de misiones como
SIM PlanetQuest, el Terrestrial Planet Finder o incluso el James Webb Space Telescope, que se supone que algún día debería convertirse en el sucesor del Hubble.
Los culpables son los costes por encima de lo previsto de algunas misiones, entre ellas el programa para devolver a las lanzaderas al servicio.
(Vía Slashdot.)