Por @Alvy — 15 de febrero de 2020

En la Universidad de Toronto un equipo de neurocientíficos está investigando cómo reconstruir imágenes visuales a partir de la actividad cerebral. En otras palabras, sería algo así como «ver lo que ven otras personas». Para ello utilizan el clásico gorrito-de-piscina-ridículo lleno de cables que realiza un electroencefalograma (EEG) al cerebro de una persona mientras está viendo rostros en una pantalla. Con esos datos se trabaja después en la reconstrucción de los rasgos faciales.

The Neural Dynamics of Facial Identity Processing: Insights from EEG-Based Pattern Analysis and Image Reconstruction / U of T

Es una tarea que desde luego no resulta fácil; en el proceso intentan mediante algoritmos de aprendizaje automático discernir los patrones correspondientes a lo que se detecta en el cerebro comparándolos con las imágenes de los rostros en cuestión.

Los investigadores creen que esto puede ser útil para tanto para entender cómo funciona en el cerebro la visión humana –y cómo distingue unas características de otras, por ejemplo rostros de objetos– como para que quienes no pueden moverse puedan comunicarse o usar un lenguaje de signos. Por el lado inquietante, también podría usarse para que las fuerzas del orden comprobaran la validez de los testimonios de testigos, que como sabemos no siempre son los más fiables del mundo.

Hay más detalles en el trabajo publicado en eNeuro: The Neural Dynamics of Facial Identity Processing: Insights from EEG-Based Pattern Analysis and Image Reconstruction.

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