Por @Wicho — 16 de Marzo de 2006

La sonda Genesis tenía que haber devuelto partículas de viento solar capturadas en el espacio a Tierra para su análisis en septiembre de 2004, pero un fallo a la hora de montar los sensores de deceleración que tenían que haber disparado los paracaídas de frenado hizo que en lugar de aterrizar suavemente sobre el desierto de Utah la cápsula con las muestras se empotrara en el suelo de éste a algo más de 300 kilómetros por hora, con lo que quedó destrozada y las muestras que traís resultaron contaminadas con material terrestre.

De todos modos, según cuenta la BBC en Solar riches survive probe crash, los científicos de la misión están intentando recuperar todo lo posible del desastre, y aunque aproximadamente la mitad de las muestras son directamente inservibles parece ser que esperan poder separar el material solar del material terrestre en el resto, ya que las partículas que les interesan están enterradas a más profundidad en el material de toma de muestras que los contaminantes terrestres.

Don Burnett, el científico jefe de la misión, decía al respecto:

Creo que seremos capaces de hacer todo lo que queríamos hacer, sólo que nos llevará más tiempo. Preguntadme en un año y medio, estaré en mejores condiciones de responder.
Mientras tanto, también empiezan a conocerse los primeros resultados obtenidos de las muestras que trajo de vuelta la sonda Stardust, en esta ocasión sin problemas, y tienen a los científicos un tanto perplejos, ya que estas muestras incluyen minerales que sólo se forman a temperaturas muy altas, lo que pone en entredicho las teorías actuales sobre la formación de cometas, pues en principio estas suponen que se forman de materiales que sólo se forman a bajas temperaturas; más detalles en Comet dust samples offer puzzling mystery.

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