Impresión artística de los distintos elementos de la misión en su configuración actual ya en Marte - NASA
Todavía no es definitivo porque aún tienen que negociarlo con el Congreso, pero por su parte el senado de los Estados Unidos, en su propuesta para el presupuesto de la NASA del año que viene, amenaza con cancelar la misión de retorno de muestras de Marte (MSR). Y de hecho le pega un buen tijeretazo a los fondos destinados a ella en 2024: la agencia había pedido 949 millones de dólares y el senado ofrece 300.
En su propuesta el subcomité de Comercio, Justicia, Ciencia y Agencias Relacionadas dice que «El Comité está muy preocupado por los retos técnicos a los que se enfrenta la misión y por las posibles repercusiones adicionales en las misiones confirmadas, incluso antes de que MSR haya completado la revisión preliminar del diseño.»
Dice también que los 300 millones de dólares asignados a la misión a Marte se rescindirán si la NASA no puede convencer al Congreso de que los costes globales de la misión no superarán los 5.300 millones de dólares. En ese caso, la mayor parte de los 300 millones de dólares se reasignarían al programa Artemisa, que por otra parte tampoco parece tener muchos problemas en conseguir dinero: la propuesta le da 501 millones en 2024 para la construcción de la nueva plataforma de lanzamiento para el SLS… una plataforma que se supone que iba a costar 383 millones y que con los 501 asignados ya pasa de los 1.000 sin que tan siquiera haya comenzado su construcción.
El problema es que el programa Artemisa, al menos por ahora, tiene mucha más popularidad y apoyo en general, mientras que la misión de retorno de muestras es mucho menos popular, en especial entre la comunidad científica, pues beneficiaría a una parte relativamente pequeña de ella. Y está perjudicando otras misiones con sus sobrecostes; el dinero no es infinito y hay que repartirlo entre todas ellas.
Y de hecho el senado va más allá de amenazar con quitarle los 300 millones a la misión si la NASA no los convence de que no van a pasarse de los 5.300 millones de dólares. En ese caso dice que la misión debería ser cancelada.
En cualquier caso, como decía al principio, falta aún ver qué dice el Congreso. Y antes de que terminen las negociaciones entre ambas cámaras estará disponible un informe elaborado por una comisión independiente que debería indicar claramente si la misión, tal y como está diseñada, y eso que ya ha sido simplificada, es asequible, o si necesita cambios sustanciales o debe cancelarse por completo.
Pase lo que pase, es un importante toque de atención para esta ambiciosa misión.
(Vía Ars Technica).