Por @Alvy — 21 de Mayo de 2016

James Beacham de la Universidad de Ohio State y el CERN explica en este vídeo de Simmetry Magazine por qué sentimos los objetos como sólidos a pesar de que en su mayor parte «están vacíos». Se refiere a que se suele decir que el 99,999% de los átomos son «espacio vacío» (y el colmo de los colmos: tan solo el 5% son materia; el otro 95% son materia oscura y energía oscura, que no tenemos muy claro lo que son).

El problema, como bien explica es en gran parte un problema de definición y del lenguaje. «¿Espacio vacío?» «¿Sentir algo sólido?»

Para empezar lo que llamamos «espacio vacío» en los átomos no es para nada igual que el vacío interestelar ni mucho menos con el aire que hay en una habitación «vacía». Según la física cuántica los electrones no son como planetas orbitando una estrella o núcleo central; son más bien nubes de electrones que están «en todas partes» y que repelen a otros electrones, por tanto no están «vacíos» en ese sentido.

Pero no solo eso: tampoco «sentimos» que los objetos son sólidos porque aunque en principio podría superar esa poderosa fuerza electromagnética (que en cierto modo sí se puede «sentir») en mecánica cuántica hay algo llamado el principio de exclusión de Pauli que restringe cuál puede ser el estado cuántico de ciertas partículas, incluyendo los electrones (Schrödinger lo explicó como: «dos electrones en un átomo no pueden tener los mismos números cuánticos»). Por esa razón no se pueden superar esas fuerzas ni obligar a dos electrones a hacer algo que es físicamente imposible.

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