Por @Alvy — 13 de noviembre de 2021

En este vídeo de Cerebrotes la bioquímica y doctora en neurociencia Clara García explica la hipótesis del mundo justo. También conocida como «creencia en un mundo justo» se trata de una falacia muy arraigada que hace pensar a la gente que hay una especie de justicia cósmica, destino, providencia, karma o como lo quieras llamar que hace que a las personas buenas les acaben pasando cosas buenas y a las personas malas cosas malas. No hace falta mucho más que mirar alrededor para darse cuenta de que esto no es así, pero todo tiene una explicación.

Curiosamente, como explica García, este sesgo no tiene por qué ser algo consciente. El karma y conceptos similares están imbuidos en muchas religiones y culturas, pero pueden mostrarse de forma más sutil. Por ejemplo hay quien tiene esa creencia «a título personal» razonando erróneamente que quizá el mundo no sea justo en general pero que si personalmente hacen cosas buenas les irá bien en la vida, se curarán de esa enfermedad o le irá mejor en los estudios o el trabajo y obtendrán esa «justicia personal» del universo. Eso por desgracia puede influir en la forma en que se juzga a los demás (porque «no se han esforzado los suficiente»).

El problema es que vivir engañado con ese sesgo cognitivo sin cuestionárselo siquiera lleva a pensar colateralmente cosas como que «todo el mundo acaba recibiendo lo que merece», «si a alguien le ha sucedido algo malo, por algo será» y cosas similares. La falacia impone un erróneo sentido de la justicia al universo, a creer en la meritocracia por encima de otras influencias (y del propio azar que nos rodea) y a reconfortarnos con sólo «portamos bien».


El Universo no es ni benigno ni hostil, simplemente indiferente a las preocupaciones de seres tan insignificantes como nosotros"

– Carl Sagan

Entre las correlaciones que se han estudiado acerca de quienes muestran este sesgo cognitivo de forma más intensa están quienes profesan la religiosidad y la justicia divina, las personas antisociales y poco activistas y quienes tienen poca confianza interpersonal. Es, como tantos sesgos, algo que hace parecer el universo algo más «confortable y predecible», pero como decía Carl Sagan (en esta frase que rescataba Raúl en los comentarios del vídeo de García), para el universo nuestros problemas son insignificantes e indiferentes.

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