En el Washington Post han preparado una Simulación de cómo se produce la difusión de enfermedades infecciosas, incluyendo infecciones víricas como el ébola, la gripe y otras tan comunes conocidas como la rubeola, el sarampión o la tos ferina.
En la simulación se utiliza una población imaginaria de 100 personas cuyos colores indican su estado: en naranja oscuro cuando se infectan, en negro si fallecen y en naranja claro si se recuperan – una aproximación que es simplista pero sirve para hacerse una idea; en la realidad los resultados dependerían en buena medida de las condiciones de vida, los tratamientos, etcétera.
Como puede verse claramente, dejando transcurrir el tiempo o moviendo el deslizador del calendario, el ébola no es especialmente rápido en cuanto a difusión. La gripe es la que más gente infecta en menos tiempo, seguida del sarampión. Sin embargo, aunque la tos ferina, la rubeola o la gripe no causan apenas víctimas en comparación, la difteria, el SARS (neumonía atípica) o la viruela son mucho más letales. El ébola deja tras poco más de dos meses más de un 50% de víctimas a su paso, mientras que en los casos de la viruela (30%) o la difteria (15%) las cifras son significativamente menores.
En conclusión, tal y como titula la simulación, «el ébola se propaga más lentamente, pero es más mortífero que otras enfermedades.»
(Vía FlowingData.)