Lanzada el 2 de marzo de 2004 con el objetivo de colocarse en órbita alrededor del núcleo del cometa 67P-Churyumov/Gerasimenko para acompañarlo en su periplo hacia el Sol y de depositar un aterrizador sobre él la misión Rosetta de la Agencia Espacial Europea es uno de los mayores éxitos de la exploración espacial de los últimos años.
Tras un viaje de miles de millones de kilómetros Rosetta entró en órbita alrededor de 67P el 6 de agosto de 2014 y depositó al aterrizador Philae sobre su superficie el 12 de noviembre de 2014.
Ahora, tras haber pasado juntos por el perihelio de la órbita de 67P alrededor del Sol cada día que pasa los paneles solares de Rosetta producen menos electricidad, por lo que ha habido que ir desactivando algunos sistemas que ya no se usan.
Pero además 67P se va a colocar en breve al otro lado del Sol, con lo que las comunicaciones son Rosetta se volverán prácticamente imposibles.
Así que la ESA ha decidido que poner fin a la misión de Rosetta el próximo 30 de septiembre con un aterrizaje más o menos controlado sobre la superficie de 67P, para lo que ha iniciado las maniobras pertinentes el sábado 24 de septiembre de 2016.
En esos momentos se está alejando del cometa para alcanzar una distancia máxima de 23 kilómetros desde la que iniciará su aproximación final, que terminará con el contacto con su superficie a las 10:40 GMT del día 30.
Por ahora aún se puede seguir a Rosetta en @ESA_Rosetta.