La sonda espacial Rosetta, lanzada por la Agencia Espacial Europea el 2 de marzo de 2004, pasó ayer por las proximidades de Marte en una de las maniobras más delicadas de su complejo «plan de vuelo» que utiliza la gravedad del planeta rojo (en esta única ocasión) y de la Tierra (hasta tres veces, de las que quedan dos) para para ponerla rumbo a su objetivo, que es situarse en órbita alrededor del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko en agosto de 2014 y depositar en su superficie el aterrizador Philae.
En esta ocasión la sonda utilizó la gravedad de Marte para frenar en unos 7.887 kilómetros/hora respecto al Sol, aunque en noviembre de este año utilizará la de la Tierra para acelerar de nuevo.
Dado que la sonda iba a pasar algunas horas a la sombra de Marte y fuera de contacto con el control de la misión fue puesta en «modo eclipse» de bajo consumo para asegurarse de que no se producía ningún problema a bordo, lo que implicó desactivar la mayoría de sus sistemas, aunque la ESA aprovechó de paso para dejar Philae activo y hacer su primera prueba de funcionamiento en modo autónomo.
Tal y como dice la nota de prensa en Rosetta successfully swings-by Mars – next target: Earth, tanto Rosetta como Philae superaron la prueba sin problemas, enviando algunas imágenes y datos científicos de paso, de los que la ESA ha hecho públicos esta foto de Marte [JPEG 1234 kb] tomada a unos 240.000 kilómetros de distancia en la que la resolución es de unos cinco kilómetros por píxel y en la que las zonas verdes se corresponden con nubes, y esta tomada por Philae a unos 1.000 kilómetros de altura en la que aparte de la superficie marciana se pueden ver uno de los paneles solares de Rosetta y parte de esta
De todos modos, aún le queda un largo camino, así que no queda más que armarse de paciencia.
- Rosetta emprende su camino, el lanzamiento hace casi tres años.
- Rosetta echa un vistazo a Tempel 1, aprovechando que «pasaba por allí».