Una supernova, en concreto la supernova más joven de nuestra galaxia, con sólo 140 años de antigüedad, lo que en términos cósmicos es nada: Chandra Uncovers Youngest Supernova in Our Galaxy. La anterior se calcula que ocurrió en 1680, basándonos en el ritmo de expansión de lo que queda de ella, Casiopea A.
Restos de la supernova G1.9+0. X-ray (NASA/CXC/NCSU/S.Reynolds et al.); Radio (NSF/NRAO/VLA/Cambridge/D.Green et al.); Infrared (2MASS/UMass/IPAC-Caltech/NASA/NSF/CfA/E.Bressert)
Esta supernova no se pudo ver en el espectro de la luz visible porque ocurrió cerca del centro de la galaxia y además está envuelta en una densa nube de gas y polvo, lo que la hizo muchísimo menos brillante, aunque no afectó a su espectacular despliegue energético en Rayos X.
Su descubrimiento permitirá a los científicos profundizar en nuestro conocimiento acerca de cómo se producen estos estallidos estelares, importantísimos en la evolución del universo ya que tienen mucho que ver con la formación de nuevas estrellas y además pueden convertirse en estrellas de neutrones o en agujeros negros después de la explosión.
Ampliaré la información en cuanto me sea posible, pero para ir saliendo de dudas, yo creo que de todas las propuestas que habéis enviado aquí y aquí los que más se acercaron fueron Robbianus, que se decantaba porque hubieran «podido captar en directo la explosión de una supernova» y el Salva que mencionó: «La posibilidad que más me gustaría es que hayan encontrado evidencias de una supernova ocurrida en el pasado cerca de la Tierra que causara alguna de las grandes extinciones conocidas».