Por @Wicho — 19 de septiembre de 2006

El escudo térmico del Atlantis fue sometido a una nueva inspección usando el Orbiter Boom Sensor System, el aguilón de unos 15 metros de largo que se coloca en el extremo del brazo robot de la bodega de carga y que lleva instrumentos en que permiten explorar el exterior de la nave con una resolución de milímetros, para descartar que haya sufrido algún daño mientras la nave estuvo en el espacio.

Esta inspección, igual que la realizada en el segundo día de la misión, se llevó a cabo con el Atlantis detenido a unos 80 kilómetros de la Estación Espacial Internacional, de tal modo que si se detecta algún problema aún podría volver a esta para que hiciera de refugio a su tripulación hasta montar una operación de rescate que, de todos modos, parece que no será necesaria porque un primer análisis de las imágenes sugiere que la nave está en perfectas condiciones para iniciar el viaje de vuelta: Shuttle looks ‘very good’ in final checkup.

De confirmarse este extremo los responsables de la NASA probablemente autorizarán al comandante a que ponga rumbo a casa durante el día de hoy, aunque las previsiones climatológicas para el miércoles no parecen muy prometedoras.

En caso de no poder aterrizar el miércoles, como en principio está previsto, el Atlantis lleva a bordo suficientes suministros como para permanecer dos días más en órbita, y siempre queda la opción de que tome tierra en la base aérea Edwards de California, igual que tuvo que hacer el Discovery a la vuelta de la misión STS-114.

El susto del día lo protagonizó la tripulación de la ISS, que se vio obligada a declarar una emergencia a bordo, la primera en los ocho años que esta lleva en funcionamiento, debido a un fuerte olor a quemado que empezó a flotar por toda la estación.

Tras el susto inicial todo resultó ser debido a que uno de los generadores de oxígeno se había sobrecalentado, lo que hizo que una de sus juntas de goma se quemara, lo que a su vez produjo el olor a que llevó a la tripulación a declarar la emergencia e hizo que se derramara un poco de hidróxido de potasio.

Según el control de tierra, aunque el susto fue grande para todos, la tripulación no estuvo en peligro en ningún momento ni se consideró el darles la orden de abandonar la ISS. El problema se solucionó apagando el generador y limpiando el vertido con unas toallitas: Space station crew cleans up toxic spill.

La estación tiene otro generador de oxígeno como el que ha fallado y otras formas de generarlo, así que su suministro no debería ser problema.

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