El transbordador espacial Discovery fue trasladado ayer a la plataforma de lanzamiento 39B del Centro Espacial Kennedy para terminar de ser preparado para el lanzamiento de la misión STS-116: Discovery Rolls to Launch Pad 39B.
El objetivo de la misión es poner en órbita e instalar el segmento P5 (la pieza azul más a la derecha en esta ilustración) de la Estación Espacial Internacional, segmento que en estos momentos está listo para ser introducido en la bodega de carga del Discovery, lo que se espera que se produzca mañana, sábado 11 de noviembre.
Aunque se había hablado de adelantar el lanzamiento al día 6 de diciembre, este queda finalmente fijado para el día 7 (mala suerte, David) porque los responsables de la NASA han decidido que necesitan ese día extra para completar el entrenamiento de la tripulación -aunque es raro que a estas altura la cosa les pueda ir de un día- y para ajustar el software de a bordo para evitar que el escape de los motores del transbordador pueda dañar los paneles solares de la ISS.
Es precisamente una cuestión de software la que haría que si por cualquier motivo el lanzamiento no se puede producir antes del día 17 la misión tuviera que ser aplazada hasta el año que viene, ya que el software de a bordo del transbordador y el utilizado por el equipo de tierra entrarían en conflicto a partir del 31 de diciembre.
Estaba previsto que este fuera el último lanzamiento de un transbordador espacial desde la plataforma 39B, ya que la idea era cerrarla después de este para llevar a cabo las modificaciones adecuadas en ella para adaptarla para los lanzadores Ares I, pero la reciente decisión de llevar a cabo una última misión de mantenimiento al Hubble podría obligar a la agencia a mantenerla en activo al menos hasta acabar esa misión por si hubiera que lanzar una misión de rescate de ocurrir algo en el despegue de esa misión al Hubble.
(Vía spacetoday.net.)
- Un fallo de software podría retrasar la próxima misión del Discovery. ¿Alguien se acuerda del Efecto 2000?