Por @Wicho — 5 de julio de 2006

Con el Discovery ya en órbita la NASA se declara muy satisfecha del comportamiento del depósito externo de combustible de la lanzadera espacial, pues aunque se desprendieron algunos trozos de espuma aislante el análisis preliminar de las fotografías tomadas durante el ascenso parece indicar que todos fueron pequeños y que su desprendimiento se produjo después de los primeros 2 minutos y 15 segundos del vuelo, que la agencia considera los más críticos: Shuttle's tank 'performed well'.

Fotos 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7.

Aproximadamente a los 15 minutos de vuelo la tripulación filmó un gran fragmento de hielo alejándose del transbordador, pero ese hielo, que se forma en el exterior de los motores principales, ya ha sido observado en vuelos previos y no se considera que tenga ninguna importancia.

Wayne Hale, el responsable de la NASA para los transbordadores, dice que en estas condiciones no ven ningún problema para la nave, aunque aún así en los próximos días la tripulación realizará una inspección más detallada del Discovery con el Orbiter Boom Sensor System, que se maneja con el brazo robótico de esta, inspección que será reforzada mediante fotos de la parte inferior del Discovery que tomará la tripulación de la Estación Espacial Internacional antes de que este atraque en ella.

Allí dejarán materiales necesarios para seguir con el ensamblado de futuros módulos de la ISS, provisiones, y al alemán Tomas Reiter, que permanecerá en la estación durante seis meses, con lo que esta volverá a tener una tripulación de tres miembros por primera vez desde mayo de 2003.

La tripulación del Discovery aprovechará también los dos paseos espaciales previstos para ensayar técnicas de reparación del escudo térmico propio transbordador y para hacer algunas reparaciones en la ISS.

Si las provisiones lo permiten es posible que se añada un día extra a la misión que sería utilizado para llevar a cabo un tercer paseo espacial en el que se probarían técnicas que permitirían reparar en órbita el borde de ataque de las alas del transbordador.

En caso de que las inspecciones revelaran daños en el Discovery que pudieran poner en peligro a su tripulación durante el regreso a tierra esta utilizaría la ISS como refugio hasta que se pudiera montar una operación de rescate, ya sea utilizando el transbordador Atlantis como nave de rescate, o bien mediante cápsulas Soyuz como las que se usan habitualmente para enviar suministros a la estación y como la que está permanentemente unida a ella como bote de salvamento por si hubiera una emergencia.

Como nota curiosa, por primera vez en la historia de los vuelos de las lanzaderas espaciales el Discovery lleva a bordo un sistema que permitiría realizar un aterrizaje por control remoto para intentar recuperar la nave en caso de que se determinara que es demasiado peligroso que vuelva a tierra tripulada: Shuttle to Carry Tools for Repair and Remote-Control Landing.

Y no es que al diseñar la nave se hayan olvidado de que los ordenadores de a bordo, que siempre tuvieron la capacidad de hacer una reentrada y aterrizaje automáticos, pudieran controlar el tren de aterrizaje, sino que fueron los propios astronautas los que exigieron tener control manual de este para, según se cuenta, sentir que eran algo más que pasajeros de lujo.

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