Por @Wicho — 10 de febrero de 2011

El intento de lanzamiento de la misión el pasado 5 de noviembre -el quinto ya- tuvo que ser cancelado porque se detectó una fuga de hidrógeno gaseoso en el Ground Umbilical Carrier Plate.

GUCP / NASA
Ubicación del GUCP en el tanque de combustible
Detalle del GUCP / NASA TV
Detalle de la unión del GUCP al tanque

El GUCP es la pieza mediante la que se conecta al tanque de combustible un conducto de unos 42,5 centímetros por el que se evacua cualquier fuga de hidrógeno que se pueda producir durante el llenado de este.

Los técnicos de la NASA procedieron tras la cancelación a retirar el GUCP que perdía y a cambiarlo por otro ya el 12 de noviembre, pero a pesar de que en ninguna de las pruebas realizadas desde entonces se ha vuelto a detectar ninguna fuga, los responsables de la misión decidieron a principios de esta semana, y con el Discovery de nuevo en la plataforma de lanzamiento, cambiar una de las juntas por otra ligeramente modificada.

Esta decisión se tomó por precaución tras analizar la forma en la que el peso del conducto de evaluación se distribuye en el GUCP, que hace que pueda quedar mejor sellado por unas partes que por otras.

Calibre de espesoresPero en el transcurso de las operaciones de sustitución de esta junta un calibre de espesores que estaba usando uno de los técnicos se desmontó, y aunque la herramienta estaba convenientemente sujeta con un cabo, sus piezas cayeron sobre el depósito de combustible, lo que obligó, por una parte, a localizarlas todas, y por otra, a revisar los posibles daños causados a la espuma aislante del depósito.

Afortunadamente, todas las piezas fueron localizadas, y aunque produjeron algunos arañazos mínimos en la espuma a pesar de lo delgadas que son, estos no necesitarán ser reparados, con lo que por ahora todo sigue en marcha para que la misión pueda, por fin, despegar el próximo 24 de febrero.

Esta fecha es por ahora, de todos modos, tentativa, y no será confirmada hasta que se lleve a cabo una reunión denominada Flight Readiness Review en la que se repasa el estado de la nave, la tripulación, y todos los equipos, sistemas, y personal de apoyo para ver si están listos para el lanzamiento.

Tras tres meses de retrasos, quizá convenga recordar que la misión STS-133 tiene tres objetivos principales, que son acoplar a la Estación Espacial Internacional el antiguo módulo logístico multipropósito Leonardo, ahora convertido en un módulo permanente, llevar varios repuestos a esta por si fueran necesarios en el futuro, y dejar allí a Robonaut 2, el primer tripulante robot de la Estación, al que por cierto se puede seguir en @AstroRobonaut.

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