Por @Wicho — 3 de julio de 2007

Tras un vuelo con varias escalas a lo ancho de los Estados Unidos el Atlantis aterrizaba hoy en el centro espacial John F. Kennedy a lomos de uno de los Shuttle Carrier Aircraft de la NASA procedente de la Base de la Fuerza Aérea de Edwards, donde tomó tierra el pasado 22 de junio, poniendo de este modo oficialmente fin a la misión STS-117:

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Atlantis a lomos del SCA N905NA - NASA/KSC

Los SCA, de los que la NASA posee dos, son Boeing 747 modificados especialmente para cumplir con esta misión; en este caso el Atlantis voló a lomos del N905NA, un Boeing 747-100 fabricado originalmente para American Airlines, que es el más antiguo de los dos.

El peso del transbordador espacial hace que la autonomía de los SCA, que es de unos 10.000 kilómetros en vacío, quede reducida a unos 1.900 kilómetros cuando lo llevan a sus espaldas, lo que obliga a realizar el vuelo en varias etapas.

Además, un equipo de unas 170 personas tiene que trabajar durante aproximadamente una semana para preparar el transbordador y el avión para el vuelo, que tiene un coste aproximado de 1,5 a 1,7 millones de dólares, por lo que siempre que puede la NASA evita hacer aterrizar los transbordadores en otro sitio que no sea el Centro Espacial Kennedy en Florida.

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