Por @Alvy — 1 de mayo de 2017

Le Voyage dans la Lune (Viaje a la Luna) fue uno de los primeros cortometrajes de Georges Méliès. En 1902 el pionero francés ya había rodado más de veinte pequeñas piezas cuando se embarcó en esta superproducción de algo más de 12 minutos de duración, basada en De la Tierra a la Luna, de Julio Verne y en Los primeros hombres en la Luna, de H. G. Wells.

Es sin duda una de las películas más emblemáticas de la historia del cine; la primera cualquier lista lista de «grandes películas», la primera que trató el tema de la ciencia ficción y también la primera que incluyó una secuencia animada.

En aquella época todo lo relacionado con los derechos de autor y distribución de nuevos formatos como podían ser la fotografía y el cine era todavía muy laxo – por decir algo. Y la «piratería» era rampante; piratería que consistía en hacer copias para comercializar el trabajo de otros sin permiso, llevando películas de unas ciudades y países a otros.

A Méliès le estaba yendo bien con la distribución de su película en Europa, pero tuvo la desgracia de que una de las copias cayera en manos de unos ayudantes de Thomas Alva Edison, llegando hasta los Estados Unidos.

Edison no tuvo reparos en hacer nuevas copias para comercializarlas en Estados Unidos, lejos de los locales de proyección europeos. Tiempo después Méliès vio cómo se quedaba sin las ventas en el principal mercado internacional al no poder distribuirla en los Estados Unidos. La desgracia quiso que cuando a Méliès más falta le hacía ese dinero… Edison ya se lo había llevado todo.

Hacia 1914 Méliès dejó de hacer cine por falta de fondos. Cuando los acreedores intentaron quedarse con sus películas para hacer frente a la deuda el cineasta juntó todas las copias que le quedaban y les pegó fuego llevado por la ira.

Por suerte su hermano había salvado unas cuantas copias que fueron vendidas a Vitagraph (una compañía americana, competidora de Edison), lo cual no deja de tener cierta ironía, como dicen en KnowledgeNuts: «que el país que le había costado su imperio fuera quien conservara sus obras para la posteridad. Una buena muestra de cómo es el ‘show business’».

Algo curioso es que de El viaje a la Luna existen diversas copias, que se restauraron en diversas épocas dada su importancia histórica. Pero existe una versión especialmente curiosa que apareció en los archivos de la Filmoteca de Catalunya en 1993, aunque deteriorada y en pésimas condiciones. Algo que nadie creía que existiera.

Se trata de una versión coloreada a mano, pintada en alguna de las fábricas especializadas de principios del siglo XX. Existen otras obras de Méliès de este tipo, realizadas con la misma técnica. Tras una década de laboriosa restauración fue reestrenada en Cannes, con música del duo Air. 13.375 fotogramas de pura magia. También esto Méliès fue una auténtico pionero.

{Vía IMDB con datos de Samuel Molteni + KnowledgeNuts + Wikipedia.}

Relacionado:

Compartir en Flipboard Publicar / Tuitear Publicar