En este vídeo nuestra física teórica favorita Sabine Hossenfelder explica de forma divulgativa qué hay detrás de un nuevo trabajo que cuestiona una vieja idea: que en el interior de cada agujero negro haya una singularidad. Siempre se ha dicho que lo hay, y que Penrose y Hawking lo demostraron hace décadas… pero igual no.
La singularidad gravitacional son puntos o «zonas» de los agujeros negros en los que no se pueden medir magnitudes físicas tradicionales; muchos valores se van al infinito mientras que el tamaño de la singularidad se va a cero. Esto tiene profundas implicaciones en cuanto a su estabilidad en el espacio, el tiempo y su mecánica cuántica.
El trabajo original de Roy Kerr apunta a un error en las demostraciones de de Hawking y Penrose sobre cómo son los agujeros negros. Su trabajo completo puede leerse aquí: Do Black Holes have Singularities?
(«¿Tienen singularidades los agujeros negros?»).
No hay pruebas de que los agujeros negros contengan singularidades cuando los generan cuerpos físicos reales. Roger Penrose afirmó hace sesenta años que las superficies atrapadas conducen inevitablemente a rayos de luz de longitud afín finita. Penrose y Stephen Hawking afirmaron luego que éstas deben terminar en singularidades reales. Cuando no pudieron probarlo, dijeron que era algo evidente (…)
Según explica Hossenfelder, Kerr cuestiona el uso de un parámetro llamado «longitud afin» de los trabajos de Harking y Penrose. Este parámetro, diferente del tiempo, se usa para medir la longitud de las curvas por las que se desplaza la luz en un agujero negro; Kerr sugiere que el comportamiento de ese parámetro no implica necesariamente una singularidad.
Según Kerr, esta otra forma de verlo plantea dudas sobre la presencia de singularidades en los agujeros negros y sugiere que podrían no necesitarse efectos cuánticos del espacio-tiempo para explicar su naturaleza. Según Hossenfelder, este trabajo es «lo más interesante, nuevo y rompedor» que ha visto en la física moderna de la última década y está asombrada porque dice que es algo relativamente sencillo y le extraña que nadie se haya dado cuenta antes. Veremos si el tiempo y otros físicos lo confirman.
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