Por @Wicho — 10 de abril de 2008

Basado en el diseño del SpaceShipOne con el que Scaled Composites consiguió ganar los 10 millones de dólares del ANSARI X Prize, el primero de los cinco SpaceShipTwo con los que Virgin Galactic pretende lanzar la industria del turismo espacial comercial está tomando forma en el hangar de Scaled en el Desierto de Mojave.

Montaje del primer SS2 - Popular Mechanics
Montaje del primer SS2 en las instalaciones de Scaled Composites
(Foto de Popular Mechanics vía Universe Today)

Al mismo tiempo que se está montando el VSS Enterprise, que es el nombre que ha recibido este primer SS2, también está terminando de montarse su avión nodriza, el White Knight Two. Se espera que este empiece sus pruebas de vuelo este mismo verano, con lo que los primeros vuelos con pasajeros podrían empezar en 2009.

Con un precio de unos 150.000 euros por cabeza por un viaje de unas 2 horas y media de duración, de las que aproximadamente 5 minutos se pasan en condiciones de caída libre, el billete en uno de estos vuelos no está al alcance de cualquiera, aunque resulta mucho más asequible que los lanzamientos que realiza Space Adventures a la Estación Espacial Internacional, cuyo precio se estima en unos 20 millones de dólares por cabeza. Este elevado precio, de todos modos, parece que no ha sido problema para que Dennis Tito, Mark Shuttleworth, Gregory Olsen, Anousheh Ansari, y Charles Simonyi hayan disfrutado ya de esta experiencia.

SpaceShipTwo está diseñado para llevar a dos pilotos y seis pasajeros hasta los 100 kilómetros de altura, lo que tradicionalmente se considera el límite del espacio, y volver inmediatamente a tierra, por lo que la experiencia será muy distinta a la de los que viajen con Space Adventures. Aún así Virgin Galactic ya tiene una lista de 200 personas que han hecho un depósito para asegurarse una plaza en uno de estos vuelos, de las que unas 80 ya han completado el entrenamiento necesario, y hay otra lista con 85.000 nombres de personas que han expresado interés en comprar un billete.

Aparte de Space Adventures y Virgin Galactic hay unas cuantas empresas más intentando abrirse un hueco en el mercado del turismo espacial comercial, y aunque por ahora la mayoría sólo pueden hablar de proyectos y promesas, Bigelow Aerospace ya ha puesto en órbita dos módulos habitables hinchables, el Genesis I y el Genesis II. Ambos han servido como pruebas para su programa de desarrollo que debería culminar con la puesta en órbita en 2012-2014 del primer BA 330, un módulo con un peso de unos 23.000 kilos y 13,7 metros de longitud y 6,7 de diámetro una vez hichado.

Intercalado en el desarrollo del BA 330 Bigelow planeaba poner en órbita para 2010 la Estación Espacial Comercial Skywalker, una especie de hotel formado por varios mósulos BA 330 y otros elementos que los conectarían entre ellos. La idea es ofrecer estancias de de cuatro semanas en la CSS Skywalker por 15 millones de dólares con la opción de otras cuatro semanas por «sólo» tres millones de dólares más, aunque todo parece indicar que el lanzamiento se retrasará en algunos años.

Aspecto que podría tener la CSS Skywalker - Bigelow Aerospace
Aspecto que podría tener la CSS Skywalker - Bigelow Aerospace

En Europa el proyecto del que más se está hablando probablemente sea el EADS Astrium Space Tourism Project, un proyecto anunciado en junio de 2007 que tiene como objetivo el desarrollo de una nave capaz de transportar cuatro pasajeros y un piloto en un perfil de vuelo muy similar al del SpaceShipTwo, aunque a diferencia de este el diseño de EADS Astrium incorpora motores a reacción que le permitirían despegar por sus propios medios.

La idea es comenzar el desarrollo este mismo año con el objetivo de realizar el primer vuelo en 2011, aunque el proyecto ha recibido duras críticas del comisionado europeo para Empresa e Industria, Günter Verheugen, quien lo ha calificado de «algo sólo para los súper ricos, lo que va en contra de mis convicciones sociales […] No siento ninguna simpatía por esto. No se merece ningún apoyo.»

Independientemente de esto, el desarrollo de un acceso asequible al espacio, a un precio uno o dos órdenes de magnitud por debajo del que ahora han conseguido las grandes agencias espaciales estatales, podría revolucionar nuestra visión del mundo igual que lo hizo en su momento el acceso a vuelos a precios asequibles.

A fin de cuentas, ¿quién nos iba a decir hace apenas cien años que hoy sería posible comprar un billete de avión para cruzar el Atlántico por menos dinero que lo que cuesta un ordenador personal o una cámara réflex digital?

Aunque claro, ¿quién nos iba a decir también que existirían los ordenadores personales o las cámaras digitales al precio que fuera?

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