Por @Wicho — 5 de octubre de 2011

Este artículo se publicó originalmente en Cooking Ideas, un blog de Vodafone donde colaboramos semanalmente.

Uno de los grandes problemas de la investigación espacial es que a menudo es difícil comunicar sus logros al público, lo que unido a la impresión de que es muy cara normalmente juega en su contra de cara a conseguir la financiación que necesita.

Instalaciones espaciales soviéticas abandonadas
Instalaciones espaciales soviéticas abandonadas - Más en Uncovering Russia’s Abandoned Space Shuttle Program

Dejando aparte que el gasto en investigación espacial es realmente muy pequeño comparado con muchos otros que muy pocas personas cuestionan, esto hace que para los políticos que se encargan de decidir los presupuestos de las agencias estas tengan una prioridad más bien baja a la hora de repartir el dinero.

Para evitarlo, durante mucho tiempo la estrategia principal de estas agencias ha sido la de intentar conseguir espacio en los mal llamados medios tradicionales, convocando de vez en cuando ruedas de prensa con días y semanas de antelación en las que dicen que se va a hacer algún anuncio espectacular, y a menudo consiguiendo el efecto contrario, desgraciadamente.

Un ejemplo pueden ser los repetidos anuncios por parte de la NASA de que se han encontrado evidencias de la presencia de agua líquida en el pasado en Marte, o el de la bacteria que supuestamente podía vivir alimentándose de arsénico, un resultado que ha sido objeto de numerosas críticas.

El efecto de esto es que cada vez se le hace menos caso a este tipo de anuncios, con lo que la opinión pública cada vez presta menos interés a estos temas, lo que no hace sino agravar el problema de comunicación de las agencias espaciales.

Sin embargo, desde hace algún tiempo las redes sociales, y en especial Twitter, están viniendo al rescate.

Todo comenzó con la llegada a Marte de la Phoenix Mars Lander de la NASA, una sonda destinada a hacer prospecciones en el polo norte del planeta en busca –una vez más– de pruebas de la existencia de agua en este.

La responsable de comunicaciones de la misión, al darse cuenta de que esta iba a aterrizar durante un fin de semana largo y que esto probablemente haría que apenas tuviera cobertura en los medios tradicionales, decidió crear una cuenta en Twitter para la sonda en la que esta fue contando sus aventuras en primera persona desde que faltaban veinte días para que llegara a su destino.

Evidentemente, todo el mundo sabía que no era la sonda la que tuiteaba, pero esa cuenta se hizo con miles de seguidores de la noche a la mañana, y fue el pistoletazo de salida para que la NASA comenzara a hacer un uso en mi opinión brillante de esta red social.

Desde entonces, son numerosos los astronautas de la agencia que tienen cuenta en Twitter, igual que nuevas sondas como la New Horizons o la Juno y veteranos como el telescopio espacial Hubble.

Esto permite hacer llegar la información de lo que hacen estas misiones y estos astronautas directamente a aquellas personas interesadas en el tema, a menudo utilizando contestando sus preguntas usando también Twitter, y en otras ocasiones simplemente estando ahí, próximos a esos seguidores, con cosas tan tontas pero tan efectivas como felicitarles sus cumpleaños.

Tuiteros en el último lanzamiento del Atlantis
Tuiteros en el último lanzamiento del Atlantis - Foto por caw_

La NASA ha tenido además la brillante idea de organizar Tweetups, reuniones en las que lleva a usuarios de esta red social a ver lanzamientos como el del Atlantis en la última misión de los transbordadores espaciales o visitar algunas de sus instalaciones.

De esta manera, y de una forma mucho más efectiva y con un esfuerzo mucho menor del necesario para llegar al público a través de los medios tradicionales, que frecuentemente no tienen ni espacio ni interés en estos temas, la NASA está consiguiendo «reclutar» miles y miles de promotores de su trabajo que a su vez lo difunden a través de sus contactos en sus redes sociales.

Hay mucho trabajo por hacer, como por ejemplo demuestra el hecho de que en el lanzamiento de la sonda Juno hubiera presentes más seguidores de la NASA por Twitter que periodistas, pero desde luego parece un buen camino para ganarse de nuevo el interés del público, lo que a su vez debería reavivar el interés de los políticos.

Y no sólo el resto de las agencias espaciales deberían tomar buena nota –el primer Tweetup de la Agencia Espacial Europea se celebró a mediados de septiembre de 2011– sino que en general todo el campo de la ciencia debería considerar el uso de estas herramientas para que se le preste la merecida y necesaria atención.

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