Por @Wicho — 28 de mayo de 2015

Transfusión
Thank you, anonymous donor por Brian en Flickr

Aunque hoy en día es un procedimiento habitual que salva muchas vidas hace poco más de cien años que las transfusiones de sangre dejaron de ser una lotería y un procedimiento casi desesperado gracias al descubrimiento de los distintos grupos sanguíneos.

Este se debe a Karl Landsteiner, quien en 1901 descubrió los antígenos que forman la base del sistema ABO de clasificación de grupos sanguíneos; no sería hasta 1940 cuando el mismo Landsteiner junto con Alexander Solomon Wiener descubrieran el factor Rh.

Juntos dan lugar a los tipos A+, A-, B+, B-, AB+, AB-, O+ y O-, y son los dos factores que se tienen en cuenta a la hora de hacer una transfusión de sangre, aunque las diversas combinaciones de compatibilidad dependen se si se está transfundiendo sangre completa, sólo glóbulos rojos, o sólo plasma.

El grupo O- es el denominado donante universal, ya que es sangre que se puede transfundir a cualquier persona, independientemente de su tipo de sangre; a la vez, quien tiene sangre de grupo O- sólo puede recibir sangre de su tipo.

Prácticamente desde que se conoce la existencia de los grupos sanguíneos se está intentando encontrar la forma de poder convertir sangre de un tipo en otro, sobre todo de tipo O, para poder tener reservas universales en los bancos de sangre.

Para esto hay que eliminar los antígenos que la hacen de grupo A o de grupo B, y una forma de hacerlo –o más bien de intentarlo– es usar enzimas que lo hagan.

Pero hasta ahora las enzimas que se habían encontrado que eran capaces de hacer esto no funcionaban lo suficientemente bien como para que mereciera la pena ni desde el punto de vista económico ni del del tiempo necesario para procesar la sangre.

Sin embargo un trabajo reciente de un grupo de investigadores de la Universidad de la Columbia Británica ha desarrollado un nuevo tipo de enzima que es 170 veces más eficaz que cualquiera de las conocidas hasta ahora a la hora de hacer esto, tal y como se puede leer en Researchers closer to being able to change blood types.

El desarrollo lo hicieron introduciendo mutaciones en la enzima en cuestión y seleccionando en cada generación la variante más eficaz a la hora de eliminar los antígenos de la sangre.

Así, en cinco generaciones, tenían esa enzima 170 veces más efectiva.

De todas formas, aún necesitan mejorarla porque elimina la mayoría de los antígenos, pero no todos, y aún una ínfima cantidad de esos es capaz de desencadenar la reacción alérgica que puede matar al receptor; es un poco como si pones el lavavajillas pero al final los platos quedan algo sucios, así que es posible que todo esto quede en nada.

El estudio, si tienes acceso, está en Toward Efficient Enzymes for the Generation of Universal Blood through Structure-Guided Directed Evolution..

Por cierto que el ABO no es el único sistema de clasificación de grupos sanguíneos: la Sociedad Internacional de Transfusiones de Sangre reconoce hasta 33 de ellos.

Por cierto bis: The Knick es una serie muy recomendable en la que las transfusiones de sangre «al azar» juegan un importante papel en algunos de los capítulos.

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