Es sabido que Brian May, uno de los componentes del mítico grupo musical Queen, es también doctor en astrofísica. Pero lo más más curioso es que aunque el gran guitarrista y compositor se licenció en 1968 y comenzó su tesis de doctorado en 1971… no la acabó hasta 30 años después, en 2007. Además, a diferencia de los másteres que consiguen por aquí los políticos y otros personajes de todo pelaje, es una tesis «con sustancia», que de hecho llama la atención entre los astrofísicos actuales.
En su canal de Youtube Dr. Becky, la también doctora en astrofísica y divulgadora Becky Smethurst hace una revisión exhaustiva de dicha tesis… y un poco de la carrera musical de May. La casualidad quiso que en justo cuando comenzó con el trabajo en 1970-71 también empezara a tocar con Freddie Mercury, John Deacon y Roger Taylor, en un grupo que se llamaría Queen. El resto es historia. La parte mala se la llevó la tesis, que en 1973 quedó abandonada cuando firmaron sus primeros grandes contratos musicales. No fue hasta 2006 cuando decidió retomarla donde la había dejado y plasmar en 189 páginas toda su investigación. Se puede descargar aquí:
Luz Zodiacal (CC) Mike Lewinski
La Dra. Becky explica en el vídeo todos los detalles, capítulo por capítulo. La tesis trata básicamente sobre el polvo estelar, que es básicamente ese brillo blanco que se ve a veces en las noches claras alrededor de la Vía Láctea – la luz zodiacal. Está formado por partículas más pesadas que el hidrógeno, a veces moléculas o incluso pequeñas motas procedentes de las estrellas, que miden una fracción de milímetro.
La luz se dispersa con el polvo en el espacio interestelar y produce ese curioso efecto, que desde la Tierra coincide con el plano de la eclíptica y las constelaciones zodiacales. Es responsable del 60% de la luz natural en las noches de Luna nueva. Como esto afecta a las observaciones astronómicas, es importante conocer cómo se comporta, a qué velocidad se mueve y cómo compensar sus efectos; de otro modos las fotografías y señales quedan distorsionadas, como cuando se mira una lejana galaxia por un telescopio y se cruza un satélite o un planeta de por medio.
El observatorio de Tenerife tras el paso de 35 años (1971-2006) / Dr. Brian May
Además de muchos más detalles sobre los experimentos, mediciones, el código en Fortran que usó para procesar los datos y algo de cálculo (geometría relativamente sencilla) otra de las curiosidades es que en la tesis aparecen muchas fotos tomadas por el propio Brian May, que estuvo recopilando datos y realizando experimentos en aquellos años 70 en el observatorio de Tenerife, en el Teide. Quienes quieran saber algo más sobre el tema y sobre el polvo estelar descubrirán que el primer capítulo es de hecho bastante divulgativo y entretenido.
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