Por @Wicho — 11 de febrero de 2016

Tras un viaje de unos 4900 millones de kilómetros de siete años y medio de duración la sonda Dawn de la NASA llegaba al planeta enano Ceres el viernes 6 de marzo de 2015 aproximadamente a las 13:36 UTC.

Tras ajustar su órbita e irse acercando cada vez más a la superficie de este planeta enano, descubierto el 1 de enero de 1801 y que contiene aproximadamente la tercera parte de la masa total del cinturón de asteroides, ahora disponemos de un mapa global de su superficie.

Este vídeo, procesado por el Centro Aeroespacial Alemán, muestra esta en color mejorado para que se aprecien mejor las diferencias en composición de distintas áreas: el marrón indica una capa superficial rica en filosilicatos, unos minerales típicos de las arcillas, mientras que el azul se corresponde con zonas más jóvenes de la superficie; las zonas brillantes son las más nuevas de todas y probablemente contienen sales.

Occator

Es precisamente la naturaleza de esos depósitos brillantes una de las cosas que más intrigados tiene a los científicos; el espectrómetro y el detector de rayos gamma y neutrones que van a bordo de Dawn deberían ayudar a desvelar su naturaleza.

Me parece importante resaltar que aunque los colores no sean los naturales de Ceres –que, a simple vista, veríamos gris– la topología es real: tenemos ojos a pocos kilómetros de su superficie escrutándola con detalle.

Dawn ha sido la primera sonda en orbitar dos astros distintos, pues antes ya había estado en órbita alrededor de Vesta; sus motores de iones son los que han permitido esto, pues aunque tienen un empuje muy bajo pueden estar en funcionamiento mucho tiempo con muy poco gasto de combustible.

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