Esta mesa redonda de casi dos horas se grabó el año pasado en el Museo Americano de Historia Natural. [Tiene buenos subtítulos en inglés]. Se trata del Isaac Asimov Memorial Debate, que reúne cada año a expertos de diversas disciplinas para que hablen sobre un tema común, con tono más bien divulgador que técnico, un poco fringe se diría, lo cual siempre se agradece. (El de este año tratará sobre la de-extinción y si debemos devolver a la vida especies extintas, a lo Parque Jurásico).
En esta ocasión tres físicos, un cosmólogo y un filósofo debatieron sobre nuestro universo como simulación. Algo que viene de antiguo y cuya versión más popular (la del filósofo Nick Bostrom en ¿Vivimos en una simulación informática?) sigue dando vueltas en diversos ámbitos. Y como a mi me apasiona el tema, le dediqué la tarde para comprobar que no solo era interesante sino además muy de esos que dejan más preguntas que respuestas y la cabeza dándote vueltas. Una auténtica delicia de mesa redonda.
El título es una referencia a la famosa hipótesis, propia de Matrix y a lo que se suele emplear para las explicaciones sobre el trabajo de los físicos teóricos dicho de un modo que lo pueda entender cualquiera. Algunos científicos intentan crear modelos simplificados del funcionamiento del universo e incluso experimentos para comprobar los valores de los más pequeños detalles del mundo subatómico. Todo en pos de discernir si nuestra existencia y la de todo lo que nos rodea es algo «auténtico» o una «simulación simplificada» y no somos más que una especie de software en un universo que computa lo que han programado seres superiores.
Entre los participantes están la física Zohreh Davoudi, que diseña experimentos y teorías relativas a las partículas fundamentales buscando empíricamente las «limitaciones de una simulación»; el cosmólogo Max Tegmark (autor de Our Mathematical Universe), el físico teórico Jim Gates, la física del MIT Lisa Randall, que trabaja sobre la materia oscura (y además tiene varios libros estupendos sobre el tema, como La materia oscura y los dinosaurios) y David Chalmers, profesor de filosofía de la Universidad de Nueva York. Nivelazo.
La charla es larga y profunda, pero no por ello aburrida – algo imposible con Neil deGrasse Tyson de maestro de ceremonias. De hecho es fácil de seguir; en el auditorio había incluso niños de 12 años. Naturalmente salieron temas como El juego de la vida, Matrix, Los Sims, Minecraft, el 42, la navaja de Occam, el gato de Schrödinger y otros favoritos. También hubo alguna disquisición teológica, pero muy desde el punto de vista científico, igual que la posibilidad de las simulaciones dentro de las simulaciones dentro de… (etcétera). Como bonus aparece hacia el final el tema de la ¿importancia? de la consciencia, con cuestiones un poco estilo de Westworld, con muy buenas respuestas.
Para no perderse [de derecha a izquierda en el escenario] basta con recordar que Davoudi siempre va a lo práctico, Tegmark a las matemáticas, Gates a lo profundo, Randall a la física más pura y Chalmers a lo filosófico. Cuando Neil deGrasse Tyson les presiona finalmente para que condensen en una sola cifra la probabilidad de que estemos viviendo en una simulación Davoudi responde «no tengo una respuesta», Tegmark 17%, Gates 1%, Randall «efectivamente 0%» y Chalmers 42%. Pero si quieres escuchar un buen, buen argumento escucha el del propio Neil deGrasse Tyson [min 98]. Demoledora.
Otro de los temas que sacaron: la aproximación de Richard Feynman a la utilización del ajedrez para explicar la ciencia mediante una especie de casi imposible ingeniería inversa.
Tan buena es esta mesa redonda que hasta las preguntas de los asistentes son todas ellas estupendas – menos, naturalmente, la típica «pregunta del público» que no es una pregunta.
Relacionado: