Lo mejor de este vídeo de Nature es que dura solo dos minutos; suficiente para que el físico Serge Haroche (Nobel 2012) explique en un lenguaje accesible al común de los mortales cómo se manipulan los fotones de forma individual en los sistemas cuánticos.
El principal problema al trabajar con estas partículas subatómicas es que los fotones son demasiado efímeros, pequeños y delicados (además de que se comporten a la vez como una partícula y como una onda). Tanto es así que el solo hecho de «verlos» al impactar con nuestra retina los haría quedar automáticamente destruidos en lo que sería ese propio acto de «ver». ¿Qué hacer entonces?
Haroche explica que la técnica que desarrollaron consiste en capturar los fotones en una «caja» para examinar sus propiedades de forma indirecta. La caja es una especie de esfera de espejos fabricada con materiales especiales en las que los fotones pueden rebotar mil millones de veces, con lo que se logra que se mantengan allí durante unos 0,13 segundos.
En poco más de una décima de segundo se envían entonces a través de la caja átomos individuales en forma de microondas que recogen cierta información sobre algunas de las características del fotón, sin destruirlo. Esos otros átomos son «interrogados» al salir, por una pieza llamada «detector». En cierto modo es el proceso de «ver» pero al revés: en vez de «ver los fotones» son los fotones los que «ven a los otros átomos»; con esos datos se recompone luego cómo era ese fotón.
Esa información es la que luego se puede utilizar en sistemas cuánticos más complejos a mayor escala, con todo tipo de posibles aplicaciones prácticas que todavía se están investigando.
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