Unos amigos lanzaron un globo de helio a la estratosfera desde la ciudad de Vigo. El ingenio iba equipado con una cámara GoPro que es la que grabó las imágenes; también llevaba un par de GPS: el primero enviaba la posición a través de mensajes SMS y el otro a través de 3G. El globo subió y subió y subió… hasta que reventó a unos 31.000 metros de altitud – pero pudieron seguir su ruta a través de un mapa excepto en momentos en que se perdía la cobertura.
No deja de asombrarme que esto que hace poco nos parecía tan complicado hoy en día es casi una actividad recreativa de fin de semana. Estos días en los periódicos se ha hablado de otro lanzamiento que se hizo desde la Universidad de Vigo y que acabó en una zona boscosa de Lugo sin cobertura, donde todavía no han podido recuperarlo.