Por Nacho Palou — 13 de febrero de 2018

En este experimento The Action Lab coloca un dron que pesa 21 gramos dentro de una caja que a su vez está puesta sobre una balanza. Con el medidor de la balanza a cero al quitar el dron la balanza indica -21 gramos. Ése es el peso del dron, por lo que al poner de nuevo el dron la balanza vuelve a medir cero. De modo que cero es la “medida” de referencia.

¿Qué sucede con la medida de la balanza cuando el dron empieza a volar? Nada. La balanza sigue marcando cero aunque el dron esté volando sobre la balanza. Tal y como se explica esto es debido a que el dron pesa 21 gramos (la gravedad tira de él con esa fuerza) y para que el dron levante el vuelo sus motores tienen que producir una fuerza opuesta que sea igual a esos 21 gramos (gramos porque está usando una balanza para medir) y 21 gramos es la fuerza que produce el dron empujando aire contra la superficie de la balanza, el equivalente a 21 gramos de aire. Por eso el indicador de la balanza no cambia y sigue marcando cero, la misma medida que indica cuando el dron está parado sobre la balanza.

Al quitar la caja sucede lo mismo y al repetir el experimento con un dron más grande también sucede así (sólo que en este caso el aire se dispersa más allá de los límites de la balanza y la balanza deja de marcar “del todo” cero). El resultado sería el mismo con un helicóptero a escala natural.

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