United Launch Alliance es una empresa en la que participan Boeing y Lockheed Martin a la que sobre la NASA y el gobierno de los Estados Unidos contratan lanzamientos de satélites artificiales y sondas espaciales.
Según la masa de la carga a lanzar y la órbita a alcanzar usan cohetes Delta II, Delta IV y Atlas V, pero están trabajando en el desarrollo del Vulcan, un cohete de nueva generación para cargas medias y pesadas parcialmente reutilizable.
Pero si SpaceX ha optado por recuperar la primera fase entera de sus cohetes Falcon 9, ULA ha optado por recuperar sólo los motores de la primera etapa del Vulcan.
Para ello, una vez terminado el trabajo de esta, la parte inferior, que contiene los motores, se separa del resto y despliega un escudo hinchable que le sirve tanto de protección térmica durante la reentrada como para frenar. Luego, se abre un parapente y un helicóptero recoge el parapente y los motores en el aire.
Recuperar objetos en el aire es un procedimiento que ya se usaba en los 60
ULA argumenta que esta es una opción más razonable que la de intentar recuperar la primera etapa entera, diciendo que el combustible extra que hay que llevar para esto hace que sean necesarios muchos más lanzamientos para que compense.
Pero personalmente no tengo nada claro si el coste de reemplazar el resto de la primera etapa, más el coste del escudo inflable y del parapente, por no hablar del peso que suponen, y el añadir posibles puntos de fallo al sistema como son el mismo escudo y el parapente, así como los mecanismos de conexión y desconexión del módulo de motores realmente compensan.
Aunque en cualquier caso tendremos que esperar al menos hasta 2019 para ver el primer lanzamiento de un Vulcan, mientras que SpaceX ya ha recuperado una primera etapa haciéndola aterrizar en tierra, y todo indica que pronto conseguirán lo mismo con un aterrizaje en una plataforma flotante.