Las mochilas cohete y los coches voladores son una de esas promesas del futuro que nunca han cuajado. O al menos lo son para quienes tenemos una edad como para que el año 2000 nos pareciera el futuro. Pero bien pasado el 2000 mucho lirili y poco lerele y seguimos sin tener mochilas cohete ni coches voladores. Aunque de vez en cuando resurge la idea, como por ejemplo con el AirCar de Klein Vision, un coche volador que al menos vuela.
En desarrollo desde 2016 el AirCar (V5) de Klein Vision es la última versión de este vehículo que, a modo de transformer, pasa automáticamente de modo coche a modo avión y viceversa en unos tres minutos. Según la web del fabricante el modelo biplaza pesa 1.100 kg y puede llevar una carga adicional de 200 kg por vuelo. Tiene una autonomía estimada de 1.000 kilómetros –por ahora sólo ha completado un par de circuitos alrededor de un aeródromo– a 200 kilómetros por hora con un consumo de 18 litros/hora. Hay planeada otra versión para cuatro ocupantes, otra bimotor, e incluso una anfibia.
Otra cosa será que –suponiendo que obtengan las certificaciones necesarias para que pueda circulasry volar– exista un mercado suficiente que justifique su producción. A fin de cuentas, ¿cuántas personas puede haber interesadas en un coche volador –del que no sabemos el precio–?
Pero soñar es gratis. Siempre que no quieras construir un prototipo de tu sueño, claro.
(Vía Core 77).
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