Por Nacho Palou — 2 de febrero de 2015

Desde el Departamento de cualquier-tecnología-pasada-fue-mejor, un vídeo de 1950 de un camión militar M35 (‘Deuce and a Half’ para los amigos por su capacidad de carga de 2,5 T) circulando a unos cuatro metros bajo el agua gracias a una toma de aire y salida de escape muy elevadas.

Y también es posible gracias a que el conductor lleva gafas y botella de submarinismo.

En febrero de 1951 la revista Life publicó el artículo Underwater Truck que se puede consultar libremente en Google Books.

En realidad cualquier vehículo con toma de aire elevada puede funcionar más o menos sumergido en agua. La toma elevada es un accesorio común en los vehículos todoterreno y sirve precisamente para incrementar su capacidad de vadeo, que depende sobre todo de la altura a la que está situada la toma de aire bajo el capó.

Pero para un vadeo profundo y prolongado como éste la cosa se complica y las probabilidades de salir del agua airoso se reducen notablemente ya que entran en juego otros factores, capacidades y preparación adicional del vehículo.

Además durante un vadeo profundo no se ve un carajo.

Al margen de variables externas como la profundidad, estado del lecho, corrientes y posibles obstáculos en el suelo que impidan el avance del vehículo, para un vadeo de ese tipo el vehículo debe tener la flotabilidad adecuada —ni tanta que las ruedas no toquen el suelo o no traccionen, ni tan poca que se quede atascado o hundido como una piedra.

Además debe contar con respiraderos en componentes de la transmisión y depósito; desagües, tubo de escape elevado —otra posible vía de entrada del agua al motor— y tener sellada la instalación eléctrica e idealmente las entradas de ventilación del habitáculo, aunque lo normal es que al hacer un vadeo medianamente profundo el habitáculo del coche acabe lleno de agua.

Lo que sí es esencial es que el agua no entre dentro del motor porque eso automáticamente lo parará. Muy probablemente además el motor se romperá debido a que el agua no se comprime —y los motores tienen por costumbre comprimir lo que absorben por la admisión.

Buscando algún vídeo más reciente de camiones haciendo las funciones de submarino llegué a este otro con final desastroso.

En este caso son también camiones militares, de la Guardia Nacional en EE UU, en tareas de rescate tras el paso el huracán Irene. Disponen de toma y salida elevadas (se puede ver entre la caja y la cabina) aunque con una altura más razonable que las del primer vídeo.

De modo que también estos camiones son capaces de circular sumergidos casi por completo, en tanto el nivel del agua quede por debajo de la toma de aire.

El problema es que una vez que los camiones pasan bajo el puente —donde probablemente el suelo es más bajo— el agua supera la altura de la toma elevada y es absorbida por el motor provocando su muerte instantánea.

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