Hace unos días el superdeportivo chino Nio EP9 superó su registro en el circuito alemán de Nürburgring y redujo el tiempo por vuelta a
6 minutos, 45 segundos y 9 décimas, lo que lo convierte —por ahora— en el coche eléctrico más veloz y también —por ahora— en el vehículo que ha completado una vuelta al circuito en menos tiempo, ocupando la primera posición de la tabla histórica de clasificaciones del circuito.
En comparación, el Ferrari más rápido (el 488 GTB) está en la decimoctava posición con un tiempo de 7 minutos, 21 segundos y 6 décimas.
El Nio EP9 no es sin embargo un coche para todos los públicos. Sus motores eléctricos producen el equivalente a 1360 CV de potencia y 1480 Nm de par (acelera de 0 a 200 km/h en poco más de 7 segundos) y la marca china sólo tiene previsto construir 10 unidades a 1,4 millones de euros cada una. Pero eso no lo quita mérito ni mucho menos: el circuito de Nürburgring es de facto la arena donde miden fuerzas los fabricantes de superdeportivos y el Nio EP9 ha sido capaz de superarlos a todos. Alcanzó en el una velocidad punta de 313 km/h.
Como alguien dijo una vez, vamos directos hacia la autodestrucción, ¡pero a qué velocidad!