En los coches autónomos, sin conductor o que el conductor haciendo otras cosas menos conducir, se pierde la comunicación entre los peatones y los conductores. Por ejemplo, para comprobar si no está viendo y va a detenerse para dejarnos cruzar la calle.
Investigadores del Royal College of Art y del Imperial College de Londres trabajan en el desarrollo de gestos (por parte de los peatones) y de sistemas luminosos (por la parte de los coches autónomos) como sustituto del contacto visual cuando un vehículo se aproxima a un paso de peatones.
En New Scientist, How a raised hand from a pedestrian could stop driverless cars
El diseño del sistema llamado Blink integra una pantalla oled en el parabrisas y en la ventana trasera del coche, y utiliza señales de luz para indicar a los peatones que el coche es consciente de su presencia. Si los sensores del coche detectan un peatón cerca se figura humana en la pantalla reflejará los movimientos del peatón, y se emitirá un pitido.
Si el peatón levanta la mano dando la señal de alto la figura de la pantalla del coche se iluminará de verde y el coche se detendrá. Si el peatón hace un movimiento bajo con la mano para indicar al coche que continúe entonces la figura cambiará a color rojo y el coche continuará su canino sin detenerse.
Tener coches autónomos para tener que andar indicándoles no parece muy práctico, y probablemente este aspecto quedará resuelto con inteligencia artificial capaz de anticiparse a las intenciones del peatón, sin necesidad de que éste tenga que andar comprobando en una pantalla si tiene luz verde para cruzar o no. En cualquier caso sí es cierto que será necesario desarrollar algún de lenguaje peatón-vehículo — al menos hasta que los coches autónomos sean habituales.
Foyografía: Blink / New Scientist.
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