Por Nacho Palou — 1 de marzo de 2016

Los coches autónomos todavía tienen que mejorar su funcionamiento en condiciones hostiles como la oscuridad, en la niebla y bajo la lluvia y también cuando nieva.

Lo que sucede en esas condiciones es que los sensores y las cámaras del vehículo no ven bien el entorno. Los carriles del asfalto y otras referencias desaparecen. Una solución para cuando nieva pasa por utilizar cartografía detallada y GPS de precisión, pero tiene limitaciones — por ejemplo, su aplicación queda restringida a zonas de las que se disponga de cartografía muy precisa y también muy reciente.

La desaparición bajo la nieve de las líneas de la carretera es precisamente lo que sucede en el vídeo grabado a bordo de un coche Tesla con el piloto automático.

A lo largo del vídeo (que se puede avanzar hasta más o menos el último minuto y medio) se puede ver en la pantalla inferior cómo el sistema autónomo cambia constantemente de modo de funcionamiento, pasando de guiarse por las líneas blancas que separan los carriles a guiarse por el vehículo que va delante, un camión en este caso. Cuando esto sucede la figura en pantalla que representa al camión cambia de color azul a color gris. (Lo de circular durante kilómetros detrás de un camión mientras les adelantan por la derecha y sin poder ver qué hay delante tiene delito, pero ese es otro asunto.)

Así que cuando comienza a nevar y las líneas de la carretera desaparecen el coche pasa a guiarse casi por completo por el camión que circula delante. El aviso del autor del vídeo viene unos segundos antes del final de éste, cuando el camión decide cambiar de carril y el coche Tesla hace amago de seguirle. En ese momento el conductor interviene, aunque en teoría (¡en teoría!) no era necesario ya que los sensores habían detectado que ese carril no estaba libre.

Así que en mi opinión la curiosidad del asunto —a parte de ver cómo el piloto automático se esfuerza por seguir funcionando en condiciones difíciles— está más bien en plantear qué sucedería si el coche de delante también fuera un Tesla con el piloto automático activado; y si el de delante del de delante también lo fuese. Porque de momento el piloto automático de los Tesla funciona porque la mayoría de los coches que circulan por ahí los conducen personas — personas que sí ven la carretera cuando es de noche o cuando nieva.

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