La foto es de Aleksandr Milewski y recoge el momento en el que un coche autónomo de Google es detenido por un policía de tráfico cerca de las instalaciones que tiene Google en Mountain View, California.
El motivo de la detención tiene que ver con un exceso de lentitud en la velocidad del vehículo, que circulaba a 38 km/h en una zona de 60. Los vehículos autónomos de Google están programados para circular, como máximo, a 40 km/h de tal modo que el público los perciba como «vehículos amables y cercanos» — aunque colateralmente resultan más bien aburridos y ñoños.
Según el departamento de policía de Mountain View la detención no tenía como finalidad sancionar al vehículo (o a Google. O al operador. O al ordenador. O al algoritmo. O a...) sino «charlar sobre la velocidad», así como concepto, con los operadores del vehículo. «Los miembros del cuerpo se reúnen de vez en cuando con el equipo de Google para garantizar que los vehículos autónomos operan de forma segura».
Respecto a cómo un policía puede hacer parar a un coche autónomo, por ahora es el pasajero u operador el que tiene que detenerlo manualmente desde el interior del vehículo — de momento esos coches autónomos no están programados para detectar el “alto” de un policía.