Por @Alvy — 11 de septiembre de 2018

Me ha encantado toparme en The Outline con este artículo: What’s a Car Supposed to Sound Like? (¿Cómo se supone que debería sonar el motor de un coche?) donde se desvela un pequeño «secreto» que hay bajo el capó de muchos coches – especialmente los denominados de alta gama: el impactante sonido del motor que escucha el conductor es falso.

Es falso pero agradable, y supuestamente «mejor», para entendernos. Los fabricantes se enfrentan a un dilema: diseñar motores y coches silenciosos para que el viaje sea más agradable y no suponga molestias a quienes vayan en su interior, o confiar en que el sonido natural de la mecánica del vehículo «suene como un poderoso motor de coche» – que se supone es lo que le gusta a la gente y hay gente entre rarita y muy exigente.

Esta contradicción la han resuelto muchos fabricantes aislando todo lo posible la mecánica del coche del interior del habitáculo, utilizando materiales absorbentes de ruido, etcétera y luego añadiendo sonido de motor artificial, a veces con una «cajita de ruidos», a veces incluso directamente a través de los altavoces. Exactamente: el Brrrmmm… Brrrmmm… que hace el motor cuando el coche acelera es en ocasiones tan falso como el euro con la cara de Homer Simpson.

Según el Washington Post hay auténticos departamentos de sonido dedicados a orquestar esos sonidos en las sedes de muchos fabricantes. Y aunque es algo parecido, esto nada tiene que ver con los sonidos artificiales «de circulación» que se añaden a los coches eléctricos para que los peatones puedan sentir su presencia – porque muchos son tan silenciosos que asustan a la gente que no los oye venir. (Estos sonidos de hecho acabarán siendo obligatorios en todos los coches eléctricos.)

Según cuentan en el artículo y tal y como puede verse en este vídeo (de un BMW 140i xDrive) a los aficionados les encanta descubrir los sistemas que producen estos sonidos, trastear con ellos y grabar en vídeo comparaciones con/sin el sonido extra del motor. Dicen que todo comenzó con los Miata de Mazda en 1989. En algunos Porsche simplemente se puede «regular» cuánto sonido natural del motor se transmite al interior. Volkswagen también lo hace Y hay otros como el Ford F-150 que emite el sonido por los altavoces.

Emosido engañado

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