Por Nacho Palou — 22 de noviembre de 2015

El Drug Driving Suit desarrollado por Ford tiene como finalidad enseñar a los jóvenes cómo la pérdida de capacidades debido a las drogas y al alcohol afectan a la conducción — perjudica incluso a acciones tan simples como coger una pelota al vuelo.

El traje consta de coderas que dificultan los movimientos, pesos repartidos por las extremidades que desequilibran al usuarios y actuadores que causan movimientos imprecisos en muñecas y manos; las gafas provocan un efectos túneles y efectos visuales que se acompañan también con sonidos.

Según Ford este wearable simula los efectos del alcohol, la cocaína, la marihuena, éxtasis y LSD — queda la duda de cómo y quién ha comprobado que realmente el traje es fiel recreando los efectos de tanta cosa, aunque quien lo ha probado lo describe como no necesariamente igual que estar colocado pero sí profundamente incómodo.

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