Por Nacho Palou — 22 de junio de 2016

Seguramente alguna vez has oído eso de que “los coches de ahora son de plasticucho.” “Se destrozan al menor golpe.” “Los coches de antes eran más duros” y otras cosas por el estilo. Tal vez hasta tú mismo lo hayas dicho alguna vez.

Pero lo cierto es que si en algo han mejorado los automóviles en el último medio siglo es, precisamente, en todo lo relacionado con la seguridad. Una cuestión que no siempre es visible ni apreciable, afortunadamente: es algo que es mejor no tener nunca ocasión de comprobar en primera persona.

Este vídeo de 2009 se grabó con ocasión del quincuagésimo aniversario del IIHS (Insurance Institute for Highway Safety), un organismo que realiza estudios y pruebas de seguridad en los automóviles; parecido a la EuroNCAP.

La colisión semifrontal se produce a 64 km/h entre un Chevrolet Bel Air de 1959 y un Chevrolet Malibú de 2009. No hay más que ver el vídeo para comprobar que los ocupantes del modelo nuevo tienen más posibilidades de salir vivos del accidente que aquellos que viajaban en el modelo de 50 años atrás.

Se puede ver, por ejemplo, que en Chevrolet de 2009 el salpicadero apenas se mueve de su sitio. En cambio en el modelo de 1959 el salpicadero prácticamente invade el sitio ocupado por el conductor.

En realidad todo aquello que se rompa de un coche debido a una colisión contribuye a absorber parte de la energía liberada en el choque, y por tanto es energía que no llega hasta los ocupantes. Que al final es de lo que se trata.

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