Por @Alvy — 1 de marzo de 2017

En este vídeo TED de Peter B. Campbell se habla de algunos de los más famosos casos de barcos fantasmas y de cómo la ciencia y los datos que conocemos pueden explicar el fenómeno. Casos «misteriosos» como los del Mary Celeste, el Rumney o el A. Ernst Mills, que aparecieron abandonados, sin botes salvavidas ni explicación alguna en los –en ocasiones– diarios de abordo abruptamente abandonados.

En general se trata de barcos que no se hunden y parecen vagar sin tripulación por los mares, alrededor de los cuales los maridos y aficionados a las historias de misterio crean toda una leyenda llena de detalles muchas veces difíciles (o imposibles) de comprobar.

Algunas de las explicaciones de por qué estos barcos no se hunden incluyen conceptos como nuestra amiga la flotabilidad, que hace que se mantengan en la superficie del mar sin hundirse pero sin reflotar completamente, por ejemplo cuando sufren un accidente en el casco. Aunque la flotabilidad pasa de ser positiva (el barco flota) a negativa (el barco se hunde) en algunos casos puede suceder que sea neutra, y que el barco se mantenga simplemente en suspensión en un punto fijo.

En el caso del Mary Celeste el vídeo explica que los marineros bien pudieron abandonar el barco a toda prisa creyendo que se hundía, pero que luego esto no sucediera completamente. La tripulación habría perecido al no conseguir alcanzar tierra firme, y el barco habría quedado vagando por ahí, dañado pero sin hundirse. (Diversas teorías del «misterio» incluyen motines en la tripulación, emborrachamientos, alucinaciones, fugas de gases por el alcohol que transportaban, etcétera – a cual más alocadas pero para nada concluyentes.)

También se mencionan casos en los que los barcos a veces incluso reflotan tras hundirse, cuando la sal que transportan se diluye con el agua marina. También se mencionan sus extraños movimientos en círculos, en ocasiones simplemente porque el timón habría sido bloqueado. Detalles que en la imaginación de los marinos –recordemos a los personajes de Moby Dick– puede significar que «vuelven clamando venganza» para embestir a sus enemigos.

Sobre otros barcos fantasmas que son avistados a pesar de viajar sin tripulación en diversas zonas de los océanos con meses o años de diferencia la explicación científica es también poco sugerente pero muy simple: las corrientes oceánicas. Algunas de estas corrientes tan solo han sido mapeadas con precisión en tiempos modernos (precisamente, abandonando barcos a la deriva y anotando sus rutas) y permiten conocer por dónde circulará un barco abandonado a su suerte –o una botella con mensaje– algo que quizá sorprendería a los marinos de tiempos antiguos.

Como dice el vídeo en su conclusión, parece claro que estas naves abandonadas no las mueven fantasmas ni causas sobrenaturales sino más bien el fascinante fenómeno de fuerzas poderosas, invisibles y científicamente estudiadas.

Como bonus, la mención obligada a casos modernos de barcos fantasmas como los del MV Joyita, el Kaz II, el Bel Amica y otros similares, embarcaciones en muchos casos bien equipadas (botes, chalecos, GPS, maletines médicos) que aparecen súbitamente sin nadie a bordo ni más explicación – en ocasiones aparentando un estado de «abandono repentino» sorprendente. También son técnicamente barcos fantasma, pero cuyas explicaciones son probablemente más dignas de un Sherlock Holmes moderno que de los «misterios del Mary Celeste». En muchas ocasiones se han desvelaron como casos de usos temerarios del barco, accidentes, crímenes, piratería, tráfico de drogas o similares. ¡Bendito Occam!

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