Por @Alvy — 4 de Diciembre de 2002

El guardián entre el centeno (The Catcher in the Rye)El guardián entre el centeno (The Catcher in the Rye). Jerome D. Salinger. 1951.

Publicado en España como El Guardián entre el Centeno y en Latinoamérica como El Cazador Oculto, es un libro de «culto» (por no decir «Clásico», que también lo es) que llevaba tiempo intrigándome. Publicado en 1951 (con algunos relatos parciales de Salinger desde 1945), narra el vagabundear de un chaval de dieciseis años durante unos días de navidad en la ciudad de Nueva York, tras ser expulsado del colegio, ante la necesidad de volver a casa y enfrentarse a sus padres.

Es difícil situarse en el ambiente y los personajes de la época, pero ayuda imaginarlo como una película de blanco y negro. El protagonista (Holden Caulfield) narra en primera persona lo que ve, lo que siente y todas sus paranoias personales con la gente que le rodea... de hecho a lo largo del libro se ve cómo Holden expresa sus sentimientos más profundos sin tapujos al encontrarse con todo tipo de amigos, conocidos y desconocidos (una estructura un poco parecida a la de El Principito).

La irresponsable e inestable personalidad del muchacho va descubriéndose a medida que pasan los capítulos hasta llegar incluso a agobiar... en algún momento me ha recordado a American Psycho, aunque parezca una exageración.

Supongo que en su época fue un libro polémico por resultar un tanto contestatario, poco ejemplar para la juventud, narrado en un lenguaje muy peculiar («macarrilla» que diríamos ahora) y todas esas cosas. Ha estado bien.

Por cierto, existen un montón de Teorías de la Conspiración sobre The Catcher in The Rye. Al parecer (include <standard_disclaimer.h>) muchos famosos asesinos leyeron el libro, lo anotaron, o eran fanáticos del autor... En realidad es fácil imaginar que casi cualquier estudiante americano lo habrá leído y hecho lo mismo. En la lista conspiratoria se encuentran Mark Chapman (asesino de John Lennon), aunque al parecer no leyó el libro, pero hay quien dice asesinó al Beatle para promocionar la novela; Lee Harvey Oswald (asesino de JFK); y John Hinkley (que intentó asesinar a Ronald Reagan) que también era fan declarado.

Se pueden encontrar menciones al libro en letras de canciones, como sucede en este tipo de teorías. Y para completar el círculo conspiratorio, en la película de Mel Gibson, Conspiracy Theory, el protagonista va por las librerías comprando el libro de forma impulsiva (a lo Manchurian Candidate, como si estuviera programado para ello). Hay quien mantiene que el FBI es el verdadero catcher in the rye (el «guardián que atrapa a todo el mundo...» aunque, según el libro, sería más bien [spoiler, arrastra el ratón para verlo]«quien salva a todo el mundo de una muerte segura»).

Como no podía ser menos, para la Conspiración Final Total, hay quien mantiene, como se ve en la película, que las compras del libro son seguidas a través de su código ISBN en todo el mundo, a través de la tarjetas de crédito y cámaras en las librerías, para mantener «localizados» a los compradores, que no serían sino... ¡potenciales asesinos! En fin... cuántas vueltas para una sencilla novela.

Este libro terminé de leerlo en mi reciente viaje a París (que en 36 palabras se resumiría en: «Muy bonita ciudad; con resultado de mochila y cámara digital robadas en la Torre Eiffel, coca-colas a 8 euros, Notre-Dame es más pequeño de lo que parece y las colas de los museos son para morirse».

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