Por @Alvy — 9 de febrero de 2009
La falta de sincronización máxima que nuestro cerebro admite entre el sonido de personas hablando en una película y la imagen de los labios de éstas en movimiento es de unos 50 milisegundos. Menos que eso no lo notamos, pero un retardo superior hace que la llamada «combinación de modalidades sensoriales» de nuestro cerebro (oído + vista) detecte que algo raro está pasando y resulte incómodo. [Visto en 13 Things That Don’t Make Sense]