Por Nacho Palou — 20 de Noviembre de 2012
En Popular Science,
En la University of Texas Medical Branch (UTMB) tenían el presentimiento de que los estudiantes con una dieta regular de videojuegos (jóvenes de segundo año de instituto que jugaban dos horas al día y estudiantes universitarios que jugaban cuatro horas al día) estarían preparados para utilizar herramientas de cirugía virtual.
Y tenían razón. Cuando se analizó su habilidad con estas herramientas resultó que a los “estudiantes jugones” se les dió mejor que a los médicos en prácticas en la UTMB. Sólo un poco mejor, pero mejor.
Lo que hace inevitable la pregunta: ¿quién prefieres que te ponga una inyección, un estirado de Harvard o un chaval desaliñado que se pasa las noches del viernes jugando al ‘Call of Duty’?
Elijo al médico, por si acaso me toca el zagal que “jugaba” al ‘Unreal Tournament’.