Por @Alvy — 5 de junio de 2009
Casi cualquier teléfono móvil básico de hoy en día –y no hace falta ni que sea un iPhone o una Blackberry– tiene más capacidad de computación que toda la que había en los cuarteles generales de la NASA cuando se fundó en 1958. [Fuente: The Demise of «Form Follows Function» en el New York Times, Vía kottke.]