En unas pruebas de usabilidad se pidió a cierto número de personas que buscaran algo en Google. No se trataba de encontrar nada en concreto, sino de ver si eran capaces de llegar hasta Google y realizar una consulta (búsqueda). Esta prueba aparentemente trivial sólo la poudo superar un 76% de la gente. En otras palabras: una de cada cuatro personas no es capaz de «llegar a Google» para buscar algo. Los que se equivocaron utilizaron cualquier caja de formulario que encontraron a mano allí donde estaban, o el navegador, acabando a veces en los buscadores equivocados o en otros lugares. [Fuente: Bridging the Designer–User Gap; Getting to Google is Hard de Jakob Nielsen.]