Lanzar un cohete, aunque a estas alturas nos parezca casi rutinario, dista de serlo.
Todos los sistemas de a bordo tienen que funcionar correctamente, así como los sistemas de soporte en tierra en la plataforma de lanzamiento y en el control de la misión.
El tiempo también tiene que colaborar, pues si hay demasiada lluvia, vientos demasiado fuertes, o nubes que reduzcan demasiado la visibilidad tampoco se puede lanzar.
Pero ayer todo iba a la perfección para el lanzamiento de un cohete Antares de Orbital Sciences con la tercera cápsula de carga Cygnus con destino a la Estación Espacial Internacional desde las Instalaciones de Vuelo Wallops…
Hasta que un tipo se metió con su bote en la zona protegida que quedaba bajo la trayectoria prevista del cohete durante su lanzamiento.
No llevaba radio, por lo que no hubo forma de avisarlo ni de llegar a tiempo a él antes de que se cerrara la ventana de lanzamiento, que duraba diez minutos.
Así que los responsables de la misión no tuvieron más remedio que aplazar el lanzamiento 24 horas, so pena de que algo fallara durante este y los restos del cohete le pudieran caer encima al marinero de agua dulce en cuestión, tal y como se puede leer en Stray Boater Delays Antares Launch to Tuesday.
No sé qué dicen las leyes de los Estados Unidos al respecto, pero por la parte que me toca, el tipo se ha ganado una colleja de proporciones cósmicas.