Por Nacho Palou — 22 de enero de 2015
There's oak in my sewer — (cc) Jon Doe
Después de analizar con un espectrómetros de masas los lodos de una depuradora –el material que resulta de tratar las aguas residuales— los investigadores concluyeron que en una ciudad con un millón de habitantes “tira por el retrete” 13 millones de dólares en metales de los que 2,6 millones son en plata y en oro.
Pero antes de que te pongas manos a la mierda debes saber que la teoría es que esos metales llegan al alcantarillado procedente de la industria, la mineria, la galvanoplastia y la fabricación de joyería — cuando no directamente de joyas o de anillos de compromiso o de boda que acaban en el váter, a propósito o no.